Actualmente
muchas empresas no cuentan con una clasificación exhaustiva
de los residuos que generan. Esta situación lleva a
que muchos residuos no se estén gestionando de forma
óptima, por lo que producen costes económicos, riesgos
para el medio ambiente y la salud de las personas y,
sobre todo, incumplimientos legales que ponen a las
empresas en una delicada situación frente a posibles
inspecciones.
La
siguiente cuestión es la falta de personal especializado
en la gestión de residuos. Se requiere de un adecuado
conocimiento de los procesos productivos, los requisitos
legales aplicables a cada uno de los residuos, las consideraciones
ambientales y riesgos que implican las distintas alternativas
de gestión posibles, valoración económica de todos los
elementos que involucrados y capacidad para informar
y coordinar a los distintos agentes involucrados en
la organización.
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Los cambios
en la organización de las empresas, así como en
los procesos productivos son un obstáculo a la hora
de establecer indicadores que permitan seguir la
evolución en la producción de residuos peligrosos
a lo largo de periodos de tiempo suficientemente
amplios como para evaluar tendencias. Esta circunstancia
se propicia por la falta de datos o la escasa fiabilidad
de los mismos cuando la gestión de residuos no se
lleva de una manera estricta. |
Por
último, la descoordinación entre los distintos departamentos
de una empresa y la falta de un enfoque global de los
procesos es la dificultad principal para conseguir la
visión integradora que requiere un estudio serio de
minimización de residuos peligrosos.
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