Fuente: Madrid/Geoscopio
El proyecto que beneficiará a 58 municipios de las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real, está incluido entre los que el Plan Hidrológico Nacional contempla para Castilla-La Mancha, donde se invertirán más de 600 millones de euros hasta el año 2008 para mejorar el abastecimiento de agua potable a sus habitantes.
El Consejo de Ministros ha autorizado la celebración del contrato de las obras de conducción de aguas desde el Acueducto Tajo-Segura para incorporar recursos a la llanura manchega, dentro de la cuenca del Alto Guadiana en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
En esa comarca, y a partir del año 1970, sobre todo en el acuífero 23, ha habido un incremento espectacular del consumo de aguas subterráneas con un fuerte déficit en el balance hídrico. Dicha sobreexplotación ha ocasionado, no sólo un desequilibrio hídrico en cuanto a la escasez de reservas, sino también el deterioro de la calidad del agua.
La actuación, que será licitada próximamente, es la primera parte del conjunto de obras que constituirán la infraestructura del abastecimiento a la Llanura Manchega en la cuenca del Guadiana. De dicha infraestructura se beneficiarán 450.000 habitantes de 58 municipios pertenecientes a las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real, que verán mejorados el abastecimiento de agua y su calidad de vida.
Las obras incluidas en este proyecto tienen por objeto construir la infraestructura básica para poder suministrar agua de calidad (potabilizada en cabecera y procedente del Acueducto Tajo-Segura) y con una dotación diaria de 280 litros por habitante, a los habitantes de la llanura manchega.
En esta zona las principales fuentes de suministro son los acuíferos de la zona y éstos soportan una importante sobreexplotación, lo que está llevando a un progresivo deterioro de la calidad del agua o, en algunos casos y circunstancias, a la inexistencia del recurso.
Con el conjunto de obras, que supondrán una inversión total cercana a los 300 millones de euros, se podrán satisfacer las necesidades de abastecimiento a la población, lo que conllevará una mejora importante de la calidad de vida y del bienestar social de los habitantes de llanura manchega que tradicionalmente han estado limitados por la inseguridad, tanto en cantidad como en calidad, del suministro de agua de abastecimiento.
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